[ Cedo la palabra aquí a Christine. (La historia narrada por Christine estará en cursiva)]
Tengo 18 años, acabo de terminar el 1er año y mis padres estarán ausentes durante las vacaciones de verano; mi padre viajando al extranjero por su trabajo y mi madre en una peregrinación con un grupo de fanáticos y el joven sacerdote. Para ellos está fuera de cuestión que me quede solo en casa. Entonces deciden enviarme durante los dos meses de vacaciones, a mi tía Suzanne. La tía Suzanne es la media hermana menor de mi padre, la hija menor de la segunda esposa de mi abuelo paterno. Tiene 28 años y está casada con un hombre 10 años mayor que ella que ocupa un muy buen puesto en una empresa financiera.
Mientras tanto, la tía Suzanne trabaja como gerente de ventas en una gran empresa de importación y exportación. Como voy a su casa durante las vacaciones, me encontró un trabajo como recepcionista en su empresa. Este trabajo me permitirá pasar las vacaciones sin aburrirme y además podré ganar dinero para comprarme un auto.
Así que al principio de las vacaciones, un viernes, cojo el tren para ir a Pau a reunirme con mi tía Suzanne. Llegada a la estación a media tarde, mi tía está en el andén para recibirme. Me acerco a ella y la beso.
- Hola tía Suzanne
- Hola Christine, pero no me llames tía Suzanne, no soy una anciana.
- ¿Está bien, Suzanne entonces?
- Prefiero que me llames Sue. Así me conocen en el club, y para todos te haré pasar por mi prima; No tenemos tanta diferencia de edad. Ven, estoy estacionado justo en frente de la estación.
Saco mi maleta detrás de mí y la pongo en la cajuela de su auto. Tomamos el camino hacia la villa de Sue.
- Te encontré un trabajito como recepcionista en mi caja. Verás que te acostumbras rápido, no es un trabajo muy complicado: dar la bienvenida a los visitantes, archivar, sellar el correo... - De acuerdo, mucho... Oh, lo siento Sue.
- Bueno, se aprende rápido.
Después de media hora de manejo, llegamos a la villa de Sue, es enorme. Apenas salimos del auto cuando estalló una violenta tormenta y las dos nos encontramos en vestiditos bajo un aguacero. Empezamos a correr hacia la casa donde llegamos completamente empapados. Habiendo entrado en un gran vestíbulo de entrada frente a una gran escalera, Sue me dijo :
- Empapados así, vamos a llenar la casa de ella y además nos arriesgamos a morirnos con esta ropa empapada. Vamos a desnudarnos aquí.
Sue se quita la blusa y la falda, yo me quito el vestido y lo pongo en el suelo. Ambos terminamos en ropa interior. Yo, un sostén blanco sencillo, braguitas blancas de algodón y medias color carne; un atuendo completamente banal en cierto modo. Sue, por otro lado, usa ropa interior mucho más elegante. Un conjunto completo en color gris con encaje compuesto por un sujetador que cubre su pecho que, aunque mucho más pequeño que el mío, es de una forma preciosa, un tanga y un liguero que sostiene unas finísimas medias que moldean a la perfección sus magníficas piernas.
Al verme en ropa interior, los ojos de Sue se dirigieron de inmediato a mis más que generosos senos. Recuerdo que las copas de mis soportes están en el límite de D y E. Sue se me acerca y pone una mano en mi seno derecho el cual comienza a acariciar mientras me dice:
- Sabes que si tuviera que tener un pecho grande, me gustaría tener uno como el tuyo. Mira, mis pechos son diminutos al lado de los tuyos.
Al decir esto, Sue se desabrocha el sostén que se cierra al frente y revela dos senos pequeños de tamaño B cuyos pequeños pezones colocados en medio de una pequeña areola clara apuntan hacia adelante.
- ¡Aquí, tócalos! dijo, tomando mis manos y presionándolas contra sus pechos.
- Son muy firmes así que... eh Sue.
- Déjame ver el tuyo.
Y ella pone sus brazos detrás de mi espalda y me desabrocha el sostén. Mis pechos así liberados comienzan a colgar. Un poco avergonzado, coloco mis brazos frente a mi pecho para tratar de ocultar mi desnudez.
- No seas tímida, dijo ella, estamos entre chicas y estamos hechas igual, excepto por algunos detalles de forma.
Me abre los brazos y toca mis grandes pechos que se mueven con mi respiración. Con sus dedos acaricia mis grandes pezones y gira alrededor de mis grandes areolas oscuras. En un momento, toma mi seno derecho con la mano, se inclina hacia él y comienza a lamer y chupar mi pezón. Bajo el efecto de este tratamiento, mi pezón se endurece y comienza a apuntar hacia adelante. Un suave calor invade todo mi cuerpo y en especial mi bajo abdomen el cual empieza a humedecerse. Mi mente se debate entre dos deseos, el de mi educación puritana y rigurosa que quiere que aleje a Sue y el placer que obtengo con las caricias de mi tía. En un momento, ella detiene su tratamiento y me dice:
- Al otro ahora, de lo contrario estará celoso.
Mi segunda teta sufrió el mismo asalto que la primera, y ahí ya no resistí. Me dejo llevar, mi mente deja de lado mi educación; Me dejo invadir por el placer. Estoy que arde, mi clítoris está duro en plena erección. Mi coño gotea como nunca e inundo todas mis bragas a tal punto que mis piernas se cubren con mis secreciones que pasan por mis pantimedias. Sue pasa su mano por mi entrepierna y ve que estoy empapado.
- Yo también estoy toda mojada cariño, vamos a quitarte todo eso.
Sue baja su tanga y veo su coñito de corte brasileño. Me quité las pantimedias, pero no me atrevo a quitarme las bragas. Sue se me acerca y me pregunta:
- ¿Que pasa cariño?
- Pues no me atrevo, es...
- Ah, es tu madre otra vez quien te mete ideas en la cabeza. El sexo no es vergonzoso, es parte de ti.
- Sí, pero no sé, ¡nunca aprendí nada al respecto! ¡Todavía soy virgen!
- Tu madre te dejó en la oscuridad; no te preocupes, me pondré al día con tu educación.
Diciendo esto, Sue se me acerca y me baja las bragas dejando al descubierto toda mi intimidad y mi sexo natural con su abundante vello.
- ¡Vaya, es la selva virgen en tus bragas! No es gran cosa, lo arreglaremos el lunes. Y tienes un clítoris gigante, debe tener cuatro o cinco centímetros, es casi un pito.
Buscando mi intimidad con sus dedos, masajea mi clítoris con su mano derecha mientras acaricia la izquierda. Estoy en el séptimo cielo y tengo que agarrarme a ella para no caer. Tras unos minutos de este tratamiento, los dos explotamos de placer.
- Ah Sue, es la primera vez que me divierto así.
- ¿Así que nunca te masturbas?
- Lo que yo ?
- ¿Entonces nunca acaricias tu sexo?
- Bueno no. Mamá me dice que no nos toquemos ahí, son lugares sucios, no es apto para una chica bien educada, son las zorras y las putas las que hacen eso .
- Sí, veo que aún tendré muchas cosas en la vida que enseñarte.
Habiendo dicho eso, Sue me lleva arriba a su dormitorio, entro en una habitación enorme, en medio de la cual se encuentra una soberbia cama con dosel de doscientos centímetros. Sue me lleva al lado derecho de la habitación, abre una puerta y entramos en su baño, una habitación muy grande con un lavabo, una bañera de hidromasaje, una ducha grande, un bidé, una especie de sillón de barro que se usa para hacer baños de asiento. También hay un tocador con sillón y luces alrededor del espejo como en los camerinos de las actrices.
Nos duchamos juntos. Muy relajado, ya no tengo vergüenza de desnudarme frente a Sue. Después de limpiarnos, salimos de la habitación y caminamos alrededor de la cama para entrar al enorme vestidor de Sue. Abre un armario y saca dos batas con las que nos cubrimos. Pero antes de salir, absolutamente tengo que hacer mis necesidades.
- Sue, ¿dónde está el baño? Tengo que orinar, es urgente.
- Es la puerta justo al lado del baño. Ah, sí, es un inodoro de chorro de agua, te lo mostraré. Cuando termine, presiona el control remoto allí y lo limpia y lo seca solo.
Me siento en el inodoro, libero la presión de mi vejiga y presiono el botón del control remoto. Un chorro de agua tibia enjuaga mi intimidad que luego se seca con un chorro de aire caliente. es muy agradable
Volvemos al vestíbulo, recogemos nuestra ropa mojada y la llevamos a la lavandería para que se seque. Después de recuperar mi maleta del pasillo, Sue me lleva a mi habitación, que está justo al lado de la suya. Es muy bonito y espacioso. Mide unos cinco metros por seis, incluye una cama de 100 centímetros, un gran armario, un pequeño secreter y un tocador. Dos puertas en la pared dan acceso para uno a un pequeño baño con lavabo y bañera de asiento equipado con una cortina de ducha y para el otro a un inodoro de estilo japonés.
- Elegí esta habitación para ti. Tenemos muchos amigos que vienen a nuestra casa regularmente, así que te pongo en esta habitación con una cama individual. Tiene su propio baño y un WC privado. El retrete es un poco especial, es un retrete japonés, es un cuenco hondo sobre el que tienes que agacharte para hacer tus necesidades. Por eso es alto y hay que subir unos escalones para hacer sus necesidades. ¿Cómo estás?
- Sí Sue, el dormitorio es más grande que el que tengo en casa y además tengo mi propio baño.
- Perfecto entonces, lo único que tienes que hacer es vestirte, puedes quedarte con la bata para usarla esta semana. Tan pronto como estés listo, ven a mi habitación, te mostraré la casa.
- Está bien, Sue.
Deshago mi maleta, guardo mi ropa en los armarios y me visto cómoda, sujetador y braguitas color carne con un vestido azul oscuro con mangas pequeñas y pequeñas zapatillas blancas en los pies. Un poco de maquillaje y un cepillo en el pelo y estoy lista. Me uno a Sue en su habitación. La encuentro vestida con una elegante blusa de raso beige y una falda burdeos con unos bonitos zapatos negros en los pies.
- Ah, ya estás aquí, ven, te muestro la casa, empecemos por el piso que ya estamos aquí. Frente a mi habitación está la de mi marido David.
La habitación de David es muy moderna, un poco más pequeña que la de Sue, tiene una cama de 180 centímetros. El baño también es más pequeño, con solo un lavabo y una gran ducha a ras de suelo.
- Debes saber que hemos estado durmiendo separados desde su accidente de motocicleta. Ya no tenemos sexo juntos; cada uno vivimos por nuestra cuenta, incluso si todavía nos amamos. Se enamoró perdidamente de Véronique, su enfermera, lo que le encanta de ella son sus generosas curvas, la verás esta noche, es una gran salchicha obesa. Su barriga es tan grande que se le cae hacia abajo para esconder su coño cuando está de pie y sus pechos son dos grandes pechos que le cuelgan hasta el ombligo. Cuando folla, son dos grandes bolsas que se balancean de izquierda a derecha y de arriba a abajo. De hecho, a David le gusta que lo mimen como a un niño pequeño. Ella lo toma en sus brazos y le da su pecho para que lo amamante.
Además, durante su convalecencia, David tuvo que quedarse con las piernas estiradas, por lo que como no podía ir al baño, tenía que usar pañal todo el tiempo; lo que significa que ahora tiene incontinencia nocturna, por lo que todas las noches ella le pone un pañal y unas bragas de plástico para dormir.
- Y tu Sue, vives sola entonces?
- Tu crees ? Si aceptaba que su amante prácticamente vive aquí con él, le dije que yo también encontraría algo que hacer. Una limpiadora muy joven de la oficina perdió su trabajo y su esposo no tenía trabajo y fueron desalojados de su alojamiento. Le propuse a esta encantadora pareja, Laure y Kévin, que vinieran a trabajar con nosotros, ella como institutriz y él como mayordomo con alojamiento y un buen sueldo. Ella se ocupa de la casa y de las tareas del hogar y él del jardín y de los problemas técnicos. Y ambos me cuidan. Si tienen un apartamento pequeño en el ático, la mayoría de las veces duermen conmigo, y sí, soy bisexual y me encantan los tríos.
- ¿Que es todo esto?
- Bisexual es amar a los hombres tanto como a las mujeres y tríos es acostarse con un hombre y una mujer al mismo tiempo. ¿Te choca?
- Pues no se que decir, no me esperaba eso. Este no es el estilo de comportamiento de los padres.
- Ahí mi sobrina, te equivocas. Tus padres son más malvados de lo que crees. No sabes que tu padre se folla a su secretaria y que tu madre se acuesta con el cura.
- No ! No es posible !
- Todas las horas extras de tu padre, crees que las pasa trabajando, un día estando yo fuera, lo vi en un hotel con una joven rubia y la forma en que se besaron no dejo ninguna duda sobre su relación. Y tu madre, la escuché hablando por teléfono con el cura; ella dijo: “Te extraño, mi trasero está en llamas. Todavía quiero tu gran polla en mi coño y mi culo. Nos vemos pronto en la sacristía. »
- ¿No dices eso para lastimarme, tía? Tengo problemas para creerte. Y amo a mis padres y estoy seguro de que ellos también me aman.
- No quiero lastimarte en absoluto. Pero tienes que saberlo y puedo probar que son menos mojigatos de lo que piensas. Mañana les mostraré videos de ellos que encontré en una computadora vieja que me dio su papá. Obviamente olvidó borrar algunas carpetas.
Las declaraciones de mi tía me trastornan por completo, estoy atónito y mi mente nublada me hace caminar como un autómata. La visita continúa luego con las habitaciones de los huéspedes. El primero, idéntico en tamaño al de David, tiene una cama de 160 centímetros y una pared llena de armarios. El baño tiene un lavabo doble, un bidé, una cabina de ducha de hidromasaje y una bañera de esquina para dos personas.
Frente a mi dormitorio está el segundo dormitorio de invitados con dos camas de 90 centímetros. Tiene un baño con lavabo doble, bidé, bañera de esquina y cabina de ducha de 80 cm. Y luego en el otro ala de la casa están a cada lado del pasillo, está el tercer dormitorio de invitados, con una cama de 140 con un baño con doble lavabo, bidé y una bañera con una pared móvil de vidrio para servir también como una ducha y el cuarto dormitorio de invitados con una cama de 120 centímetros un baño con lavabo, bidé y bañera con cortina de ducha.
En la entreplanta, hay otro dormitorio pequeño y moderno con dos literas de 80 cm, una zona de ducha compuesta por una ducha de 70 cm con cortina y un lavabo. También tiene su propio baño separado.
En un pequeño anexo, se accede por una pequeña escalera a un dormitorio muy pequeño abuhardillado con cama individual con barrotes de forja de 70 centímetros con un lavabo antiguo sobre el que se coloca un juego de loza blanca y azul compuesto por una palangana, una jarra, una caja de peines y una jabonera. En un rincón, un antiguo bidé de chapa esmaltada y su pie de hierro forjado. Para el agua, tienes que tomarla del retrete en cuclillas en el rellano.
En la planta baja, dando al hall de entrada, a la derecha se encuentra el gran salón comedor, al que siguen la cocina, la despensa y el lavadero. A la izquierda del vestíbulo de entrada, hay una gran sala que parece un salón de baile y al final de ella una habitación más pequeña que sirve como un pequeño salón y sala de televisión. Detrás de la escalera del vestíbulo de entrada hay una habitación que tiene tres baños y una ducha de 90 centímetros. Debajo de esta escalera se encuentra la entrada a los sótanos donde hay garajes y cobertizos, pero también un hammam con todos sus componentes. El sótano da acceso directo al jardín en el que hay una gran piscina.
Cuando la tarde llega a su fin, David llega a casa y nos encontramos tomando un aperitivo afuera. Alrededor de las 8 p. m., Laure y Kévin sirven la comida en la gran terraza en la parte trasera de la casa. La tarde transcurre tranquila mientras veo la tele, pero debo decir que no soy realmente lo que está pasando, mi mente está nublada por las revelaciones de mi tía Suzanne.
Ya son más de las 11 de la noche cuando nos acostamos poco después de la llegada de Véronique, la nodriza y amante de David. Y es verdad que es un gran túnido; ella tiene una cintura de 56 y sus pechos gigantes requieren sostenes de copa H. David y su cerda grande se van a la cama y algún tiempo después Sue y yo hacemos lo mismo.
Como todas las noches, me pongo un camisón y una braguita Tena contra las pérdidas de orina, porque mi gato suele chorrear mucho por la noche y sin protección, mojo mi cama. Rápidamente aturdido por las emociones del día, rápidamente me hundo en los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente, Sue me despierta y viene a verme a mi habitación. Luce una magnífica bata de raso color champagne.
- Así que cariño, ¿dormiste bien?
- Hmm eh...
- ¡Haced sitio para mí!
Se le cae la bata y la descubro con un muy bonito babydoll hipersexy de satén y encaje a juego con el albornoz. Levantando el edredón, descubre mi camisón:
- ¡Aquí hay ropa bobonne, este atuendo es un verdadero asesino de amor! ¿Son estos tus camisones?
-Bueno, sí.
- Bueno, eso también lo arreglaremos; y voy a tener que ver que ropa tienes puesta; si es del mismo estilo, tendrás que volver a equiparte. No puedes ir a trabajar solo con ropa digna de monjas.
Sue se desliza en la cama a mi lado y me abraza con fuerza. Acariciándome, descubre mis bragas de dama Tena.
- Vaya, ¿qué es eso? dijo, levantando el edredón y mi camisón. ¿Orinas en la cama?
- No ! Pero tengo un gran problema, mi pene corre mucho durante la noche y moja las sábanas. Por la noche mamá me hace usar calzoncillos Tena o Siempre con goteo de orina para evitar esto.
- ¿No has hablado con un médico al respecto?
- No, mamá dice que es una cosa vergonzosa. Le contó a una mujer en su grupo de la iglesia al respecto, parece que se detiene una vez que te casas.
- Creo que es tu cuerpo el que se suelta por la noche porque tienes necesidades que no satisfaces. De hecho, tu cuerpo te exige un placer que no le das porque no te masturbas, y como tienes un clítoris súper grande, eres más sensible. Debes masturbarte al menos dos veces al día; y sobre todo antes de ir a dormir y también por la mañana al levantarse. Si no sabes cómo se hace, te lo muestro, solo tienes que hacer como yo.
Nos sentamos en la cama, Sue me levanta el camisón y me arranca las bragas, tirándolas al suelo. Se levanta el camisón y comienza a deslizar sus dedos entre los labios de su sexo. La miro y me gusta. Me invadió una gran sensación de placer. Después de este tratamiento, ambos nos mojamos y nuestro clítoris se endureció. En ese momento, Sue me dice que acaricie mi botoncito, lo que tiene el efecto de ponerlo de pie verticalmente y me da un placer inmenso hasta el momento en que siento que todos mis músculos se paralizan y mi disfrute explota tan fuerte que empiezo a gritar muy fuerte:
- Oh sí ! Oh sí ! Oh sí ! Oh sí !
Sue también llega al clímax al mismo tiempo que yo, pero sin gritar.
- ¡Gritas muy fuerte cuando te corres! Te voy a dar una bola de mordaza para que te pongas y ahogues tus gritos. Y es que te mojas mucho, te aconsejo que te pongas una toalla debajo para no ensuciar la ropa de cama. De lo contrario, cuando te hayas masturbado varias veces durante el día, tu cuerpo ya no tendrá que liberarse sin control por la noche. Luego puede dormir sin ropa interior, permitirá que su vagina respire y evitará infecciones por hongos.
Continuará: Cómo Christine pasó de ser una nunuche joven a una mujer liberada