Nos reuniremos con Pierre en la terraza, tomaremos un pequeño aperitivo y comeremos de buen humor. El pepino es excelente, todos se ríen pensando de dónde viene. Después de la comida, todos en la playa, queremos darnos un baño casi a medianoche. Ya está oscuro, pero la playa no está desierta, no está ocupada por gente que se baña, pero sobre todo por gente que liga. Varias parejas, heterosexuales o gays, hacen el amor en las dunas, en su mayoría hay hombres solteros que se masturban para llamar la atención. Esta zona de la playa está reservada exclusivamente para el sexo, pero igual disfrutamos nadando. Es solo por diversión, porque el agua no está muy caliente, apenas veinte grados, es un poco estrecha para mí, no nos quedamos mucho tiempo. Llegamos a la casa móvil,
Una vez en la sala, la inmovilizo y empiezo a lamerle todo el cuerpo para quitarle las gotas de agua salada, Pierre hace lo mismo con Elisa. Termino con Manon por su pubis para aterrizar en su sexo chorreando jugo de amor. Mi lengua se apresuró a hacerla correrse, unos segundos antes que Elisa. Este viene a mí para hacerme lo mismo mientras Manon cuida a su hermano. Termino disfrutando y recurro a Manon. Está arrodillada frente a Pierre, con la polla en la boca. Voy detrás de Pierre, deslizo un dedo en mi vagina y lo planto entre sus nalgas para correrme y empujarlo dentro de su culo. Arquea la espalda y patea hacia atrás.
- Sí, sí, muévelo.
Lo empujo con mi dedo, tengo que correrme regularmente y lubricarlo en mi vagina, pero termina poniéndose rígido, sus nalgas bloquean tanto mi dedo que me aprietan. Da un tirón hacia adelante, vacía en la boca de Manon, tragando, pero no todo. Cuando Pierre se retira, ella se levanta y viene a besar a Elisa, comparten su esperma. Otro pequeño punto en el corazón que me hubiera gustado compartir con ellos. Se besan durante mucho tiempo. El tiempo pasa, quiero irme a casa, se oponen, pero insisto, estoy demasiado cansada, mi cuerpo necesita descansar. Los dejo un poco con pesar de todos modos, pero es necesario. Una vez en casa, me ducho, me acuesto y me duermo como un bebé.
Me despierto en medio de la noche, tengo una sensación rara, estoy dando vueltas en la cama durante mucho tiempo, no puedo dormir, tengo una sensación extraña, tengo una sensación de soledad, de vacío. . Doy vueltas y vueltas, persevero hasta que consigo volver a dormir. Me desperté sobresaltado, sentí una mano en mi cuerpo, era Pierre sacudiéndome para despertarme.
- Hola querida.
- Hola mi amor.
- Te esperamos en el mobil home para desayunar, luego nos vamos de paseo en barco, ¿te animas?
- Claro que sí, llego a casa en quince minutos.
- Esta bien te veo luego.
Pero de repente, me doy cuenta de que está a mi merced, agarro su mano y tiro con violencia. Sobresaltado, pierde el equilibrio y cae sobre mí.
- No pensaste que te saldrías con la tuya, ¡espero!
Me doy la vuelta para ponerme encima de él. Siento su sexo entre mis piernas, comienza a recuperarse lentamente. Lo aprieto entre mis muslos y hago pequeños movimientos para acelerar su desarrollo. Me sonríe y me atrae hacia él para besarme. Intercambiamos un largo beso mientras su sexo se endereza por completo y comienza a encontrar el camino de la felicidad. Abro mis muslos, me deslizo sobre él para empalarme en su polla dura como la madera. Tengo un dolor leve, pero es más erótico que doloroso y me excita aún más. Cuando siento su glande bien empujado hacia adentro, levanto las nalgas y las bajo con un movimiento lento y regular. Me masturbo con mi vagina, él parece apreciar y cierra los ojos. Sigo hasta sentir su sexo palpitar, señal de eyaculación inminente.
Su eyaculación desencadena mi orgasmo, me aprieto contra él para vivir este momento de pura felicidad aún más intensamente. Estoy empezando a tener un sentimiento raro por Pierre, estoy bien con él, pero sobre todo, me doy cuenta de que sentí una falta anoche en mi cama, y fue una falta de él. No debo dejarme llevar, solo lo conozco desde ayer. Nos levantamos, me dirijo a la ducha.
- Dónde vas ?
- Darse una ducha.
- No, piensa en las chicas.
- Está bien, pero pensé que era solo cuando están presentes.
- Sí, pero están a solo dos minutos de aquí, puedes hacerles este regalo.
- Sí, pero me correrá por los muslos.
- No te preocupes, yo me encargo de eso.
- OK vamos.
Pierre me toma en sus brazos, me aprieta contra su pecho, me pego a él. Nos dirigimos a la casa móvil, soy como una delicia turca traída a los buenos niños.
“No debemos perder nada.
Cuando llegamos a la casa rodante, Manon corre hacia mí.
"¿Lo guardaste para nosotros?"
- Qué ?
- Escucha querida, crees que sospecho que si Peter vino a tu casa, no lo dejaste ir así, vamos, ven al sofá.
La sigo en la caravana, Pierre me sonríe, yo le sonrío, le tiro un beso.
Por supuesto que lo guardé para ti.
Elisa está allí, me acuestan en el sofá y me limpian a conciencia. Tiene el efecto de excitarme, lo cual notan y deciden hacer que me corra de nuevo. Llevo apenas veinte minutos despierto y ya me he corrido dos veces, el día empieza bien. Esta vez, quiero ducharme, Pierre me acompaña, no quiero una ducha de villanos, él entiende y solo me lava, enfatizando un poco en los senos y las nalgas de todos modos. Yo también, solo lo lavo, enfatizando por supuesto sus nalgas bien musculosas y un poco en su pene. Nos unimos a las chicas para el desayuno.
Alrededor de las nueve estamos en el bote, esta vez es Manon quien pilota, ella es tan hábil como su hermano.
"¿Necesitas una licencia para pilotar este barco?"
— Sí, los tres tenemos permisos de alta mar, podemos alejarnos más de la costa más allá de las seis millas náuticas de un puerto, es práctico para pescar, hay menos gente, pero se necesita un equipo especial, hay más antecedentes.
"¿Usted pesca grande?"
- No, no estamos equipados para eso, y luego, está demasiado regulado, necesitas permisos especiales.
- DE ACUERDO.
Manon se adentra en el mar hasta que vemos muy poco de la costa a lo lejos, apenas visible. Detiene el motor, no echa el ancla, demasiado profundo, el barco deriva lentamente. Pedro viene hacia mí.
- Cariño, preparamos una sorpresa, ¿nos dejas?
“Si no es tirarme por la borda, puedes hacer lo que quieras conmigo.
Se acerca a mí, me entrega una pequeña botella de aceite de monoi y comienza a cepillarme con su propio aceite.
- Adelante, cepíllame con este aceite.
Lo cepillo por todo su cuerpo, insistiendo un poco más en su sexo, que se hincha y se eleva hacia el cielo. Veo a Elisa y Manon pintándose la una a la otra, ellas también parecen disfrutar mucho de ello. Cuando todos están bien engrasados, me toma en sus brazos y me acuesta en la cubierta trasera, que Elisa ha cubierto con una sábana roja. Manon se posiciona entre mis muslos y los abre para mí. Me dejo llevar, seguirá siendo un momento que no olvidaré pronto. Se agacha para lamer mi vulva, le falta un poco de originalidad, pero me encanta. Siento que mi cuerpo empieza a reaccionar, Pierre viene a acostarse a mi lado, todavía tiene una erección, Elisa lo ha mantenido, me hace ponerlo. Esto se vuelve interesante. Nuestros cuerpos aceitados se deslizan uno sobre el otro, es una sensación maravillosa. Siento su polla tiesa contra mi vagina, me dejo caer sobre ella. Siento su pene hundirse, me encanta este sentimiento de posesión.
Estoy sobre su polla, empiezo a hacer pequeños movimientos cuando siento un objeto duro deslizándose entre mis nalgas. Elisa llega con un gran espejo, lo dirige para que yo pueda ver lo que me está haciendo Manon. Lleva un cinturón en el que se adjunta un consolador bastante impresionante.
- Ella te sodomizará con este consolador de treinta centímetros de largo por cinco de diámetro, mientras Pierre te hará el amor, pero yo no me quedaré inactiva, no te preocupes.
Me estremezco de antemano de placer. Deja el espejo y viene a colocarse sobre la cabeza de Pierre. Ella desciende lentamente hasta que su vulva aterriza en sus labios. Pierre le acaricia el coño mientras me hace el amor. Siento el consolador abrirse paso entre mis nalgas y llamar a la puerta de mi útero.
- Si te duele, dilo, me detendré.
- Continúa.
Ella empuja un poco, mi ano se abre para dejar el paso. Desde ayer, ha sido formateado, pero todavía es un poco grande. Manon avanza lentamente, despierta un dolor, me tenso un poco, ella lo siente y se detiene.
- Como estas ?
- Sí, ve despacio.
Ella empuja suavemente, mi esfínter se relaja, él acepta con gusto a este intruso que se hunde hasta que siento sus bolas en mis nalgas, un pie en el culo, mi registro. Siento el consolador y el sexo de Pierre dentro y fuera de mis dos orificios. Se frotan uno contra el otro, solo separados por una delgada pared, aumenta mi placer, sé que no podré resistir por mucho tiempo. Pierre está ocupado con el coño de su hermana, me incorporo lo más posible para llegar a sus pechos que lamo y mordisqueo con placer. Manon me abraza y me hace cosquillas en los pechos, pellizcando suavemente mis pezones. No puedo resistir más, disfruto como loca entre sus tres seres que amo. Me doy cuenta de que el placer que acabo de sentir es tanto cerebral como físico. Elisa disfruta cuando Pierre se vacía en mí. Sorprendentemente, siento a Manon disfrutar detrás de mí.
Cuando todos se han calmado, me libero de Pierre, que todavía está acostado, y me acuesto a su lado, abriendo mucho las piernas. Ofrezco su esperma a sus hermanas. Veo a Manon quitándose el cinturón y, oh sorpresa, hay un consolador enorme dentro. Ella me mira sonriendo.
- No crees que te iba a sodomizar sin hacerme feliz al mismo tiempo, y veo que no lo has olvidado.
Se tira sobre mi pene y chupa el semen de su hermano. Elisa está terminando el trabajo, pero como siempre, me emocionó mucho. Yo chorro de jugo de amor. Manon viene a mi rescate y comienza a comerme el coño. Su hermana toma el relevo para acabar haciéndome correrme. Empiezo a sentir el golpe, han sido cuatro veces las que disfruto en menos de dos horas. Me acurruco contra Pierre, cierro los ojos, él me abraza. Estoy bien, pero Morfeo me sorprende y me duermo en sus brazos.
Me despierto con una sensación de vacío, estoy solo en el estante de atrás, han desaparecido. Escucho voces en el agua, están Pierre y Elisa divirtiéndose juntos. Una boca aterriza en mi hombro.
"¿No estás con ellos?"
- Señalo que hay sesenta metros de profundidad, no hemos fondeado, el barco se desvía, si se aleja demasiado rápido, no podemos recuperarnos y puede terminar muy mal. Como medida de seguridad, siempre debe haber alguien en la embarcación.
- Está bien, pero una persona que sepa manejarlo.
- Claro.
- Entonces yo no, puedo unirme a ellos.
"Por supuesto cariño, adelante.
Me levanto y me sumerjo en el agua que es un poco fría para mi gusto, pero tengo ganas de nadar un poco. Saliendo del agua, veo a Manon mirándome sonriendo, Pierre viene hacia mí y me abraza, siento su sexo suave entre mis muslos, intercambiamos un beso rápido, su mano viene a presionar mi sexo, abro tus piernas un poco.
- Te quiero, allí, ahora mismo.
- Yo tambien.
— Agárrate a la escalera.
Me doy la vuelta para agarrar la escalera, siento su pene hincharse y endurecerse contra mis nalgas, estoy empezando a mojarme seriamente. Cuando está muy rígido, Pierre lo presenta justo debajo de mis nalgas, siento su glande deslizarse hacia mi vulva, abro mis muslos lo más posible, paso mis piernas a lo largo de sus muslos, no puedo abrirme más. Su glande viene sobre mi vagina y se hunde suavemente. Un largo escalofrío me recorre, pero no es frío. Comienza su ida y vuelta, bastante amplio, su glande llega hasta el borde de mis labios sin salir de mi sexo. Cierro los ojos, quiero saborear plenamente este placer desconocido. De repente, una lengua llega a hacerme cosquillas en el clítoris, es Elisa quien se sumerge bajo el agua, mi cuerpo reacciona al instante. Después de unos segundos, la lengua me deja, pero ya ha hecho su efecto, Estoy al borde del orgasmo. Siento que la polla de Pierre empieza a palpitar en mi sexo, se va a correr.
Siento que se endurece dentro de mí cuando la lengua regresa y chupa mi clítoris, exploto en un orgasmo sublime, siento el esperma de Pierre llenar mi vagina, me aferro a la escala para no fluir. La lengua me abandona, Elisa aparece a mi lado, me giro para poder recibir su boca sobre la mía. Sigue abrazándome, pero su boca me deja lo suficientemente rápido como para dar paso a la boca de Pierre. Intercambiamos un largo beso cuando de repente siento una boca en mi pene y succiona. Recoge el esperma de Pierre, pero se detiene bastante rápido. Vuelve a subir, sube a la base para subirse al bote.
- Queda algo.
Manon se sumerge, siento su boca sobre mi polla cinco segundos después, termina de recuperar su propiedad. Cuando sube a mi lado, Pierre le deja espacio, me pasa los labios, nuestras bocas están soldadas. Su lengua invade mi boca, pero siento que todavía queda un poco de esperma de Pierre, mi lengua está activa y recibe tanto como trago con deleite. Todo esto me emociono en serio, quiero a alguien que cuide de mi sexo, y se que encontrare a esa persona. Vuelvo al barco, ayudado por la mano de Pierre, me acuesto en la cubierta trasera, con las piernas abiertas, los brazos extendidos. Siento el cuerpo de Pierre en mi cuerpo, se pone duro de nuevo. Su pene se hunde en mí sin resistencia alguna, me dejo llevar por el placer que lentamente sube en mí. Pierre me hace el amor suavemente, con ternura,
"¿Qué te pasa, cariño?"
- Nada, son lágrimas de felicidad, sigue, cariño, hazme el amor así, despacio, con ternura, como una pareja de ancianos. Hazme el amor, hazme el amor mi amor, te amo.
Se fue solo, me doy cuenta que es ridículo, solo nos conocemos desde hace dos días, pero mi corazón ha hablado, no sé si es verdad, eso espero. Me entrego con todo el amor que puedo sentir por este hombre, Pierre no se detiene, me hace el amor con ternura hasta que mi cuerpo se llena de fuegos artificiales que lo transportan al nirvana. Es la primera vez que me vengo así, pierdo por completo toda noción de la realidad, no sé dónde estoy, quién soy, qué estoy haciendo, estoy en otro lugar, donde solo importa el amor, el placer y la felicidad. . Él también se corrió muy fuerte, abrazándome, nuestras bocas se unieron para un largo beso amoroso. Cuando nos separamos, las chicas nos miran, parecen felices, sonríen, Manon pone su mano en mi vientre y sube a mi seno izquierdo, Elisa al derecho. Me hacen cosquillas, mis pezones se endurecen aún más, claro, mi cuerpo reacciona.
Estoy sorprendido, los miro uno tras otro.
"¿No recolectas el esperma de Pierre?"
“Solo si nos preguntas, después de lo que acabamos de ver, creemos que te pertenece.
- Es bonito chicas, os lo ofrezco, y además, me encanta sentir cuando lo conseguís.
- Seguro ?
- Adelante mis amores.
Se tiran sobre mi pene, primero Elisa que viene a darme un poco y Manon que hace lo mismo. Mi cuerpo está una vez más al borde del orgasmo, Pierre me mira, se inclina sobre mí.
- Puedes masturbarte frente a nosotros, me encantaría verte disfrutar.
- Claro, cariño.
Me enderezo un poco.
- OK mis queridos, voy a terminar el trabajo.
Me miran, Pierre me sonríe, pongo la mano en mi pene, lo masajeo un poco, pero quiero que el placer dure, mi dedo medio llega a mi clítoris, lo hace cosquillas, lo masajea, lo acaricia, Siento que mi cuerpo reacciona, pero no quiero ir demasiado rápido, quiero montar un espectáculo, disfruto muchísimo, ahora es seguro, soy exhibicionista. Poco a poco voy aumentando la tensión en mi cuerpo, tiende suavemente, miro constantemente a Pierre, me sonríe, veo su pene enderezarse lentamente, me excita un poco más. Agarra su polla y comienza una lenta masturbación. Lo miro, él me mira, le ofrezco mi placer, él me ofrece su placer, comulgamos en el placer del otro. Veo que las chicas también tienen sus manos sobre sus sexos, ellas también quieren divertirse.
Las chicas se han arrodillado a cada lado, tienen los muslos bien abiertos justo al lado de mi cabeza, puedo ver sus vulvas inundadas de cremoso jugo de amor, siento que yo también me estoy licuando. Termino explotando en un orgasmo gigantesco, pero logro mantener mi mirada en Pierre. Veo chorros de esperma saliendo de su sexo y cayendo sobre mi cuerpo. Escucho a las chicas disfrutar también, todos felices. Cierro los ojos para escuchar los mensajes de placer que me envía mi cuerpo. Dos idiomas cuidan las gotas de esperma en mi piel. Abro los ojos para ver los pechos de Manon justo encima de mi cabeza, ella está encima de mí para lamerme, ella se ocupa de la parte superior, Elisa de la parte inferior. La abrazo y la atraigo hacia mí, mordisqueo sus senos, pero quiero algo más, La arrastro hacia abajo hasta que su polla llega a mi boca. Elisa le da su cuarto para que pueda avanzar y presentarme su sexo.
Me lanzo contra mis labios, brota su jugo de amor, me deleito con su elixir de amor, mi lengua está activa sobre sus labios, su perineo, su vagina. Disfruto especialmente al pasar mi lengua entre sus labios para recuperarme y tragar su jugo de amor. Ella se deja llevar y termina disfrutando de nuevo, cuando la suelto, escucho que Elisa disfruta también, es Pierre quien se ocupaba de su sexo con su boca. Estoy un poco cansada, Pierre viene hacia mí.
- ¿Quieres ir a casa cariño?
"Yo soy la manada, como quieras".
Me doy cuenta de que son más de las tres, no hemos comido atrapados en nuestros juegos de amor. Elisa pone en marcha el barco y se dirige a la costa. Pierre se acuesta a mi lado y me abraza. Me dejo adormecer en sus brazos, estoy bien, feliz como nunca lo he estado. Llegamos al puerto, decidimos comer en un restaurante, demasiado tarde para cocinar. Encontramos un restaurante en lo alto del puerto natural, la playa de Waiki, el único abierto, nos damos un festín de marisco, Elisa y Manon ven a la camarera que está magnífica, pero vestida, trabaja. Lleva una falda muy corta que deja adivinar la parte inferior de sus nalgas. Se inclina a mi lado para pedir el menú, veo parte de sus glúteos bien bronceados, lleva un tanga lo más posible, no se le ve nada en los glúteos.
Ella se da cuenta de esto y muchas veces se acerca a ellos, incluso llega a pararse al lado de Elisa y se inclina un poco más de lo necesario para recuperar un plato del centro de la mesa. La mano de Elisa se desliza por su muslo y sube por su glúteo izquierdo, no se inmuta, la mira, le sonríe y vuelve a entrar. Hacia el final de la comida, Elisa se dirige a los baños, desde donde estoy yo veo el interior del establecimiento, la camarera la ve, mira a su habitación para ver si nadie la necesita y la sigue unos segundos después. . Elisa regresa después de diez minutos, toda sonrisas, se inclina al oído de su hermana que asiente con la cabeza. Ella nos mira.
- Tenemos un invitado esta noche alrededor de las ocho, prepararemos una linda recepción, ¿de acuerdo, amantes?
- Sí.
- DE ACUERDO.