Diane suspira antes de que Emma se quite por completo la blusa. Este último cae suavemente al suelo, lentamente como lo hubiera hecho una hoja muerta...
La mano de la joven rubia roza su mejilla, Diane la besa lánguidamente. Pasando las manos por el ajustado vestido de su amiga. Emma se deja llevar mientras sus ágiles dedos deslizan la cremallera de la falda de Diane. En respuesta a esto, la joven morena baja la parte de arriba del erótico vestido rojo de Emma, cuyos pechos quedan al descubierto, los ojos de Diane brillan, notando en ese momento que su amiga no tiene sostén. Mientras la besa, la joven morena sigue desnudándola hasta que sus manos alcanzan una bonita braguita de encaje del mismo color que el vestido de Emma.
Teniendo solo sus bragas como la última defensa contra su desnudez, Diane siente que el rubor sube a sus mejillas. Es Emma, que obviamente parece más cómoda tomando el asunto en sus propias manos. Deslizando su mano a través de su corto cabello rubio, la joven se inclina sobre el pecho de Diane. Pasa la lengua por los pezones de su amante, los mordisquea hasta que se endurecen como huesos de cereza en su boca.
Diane pasa los dedos por el cabello de Emma y la guía suavemente. Ella le pide que baje poco a poco. Lo cual hace, besando cada centímetro de su piel hasta que cae sobre el vellón marrón de Diane, esta última aún encerrada en sus bragas. Luego, Emma envuelve la intimidad de su amiga con varios besos antes de volver a su botoncito después de haberle quitado cuidadosamente las bragas. Ella mordisquea su clítoris antes de lamerlo con amor y ternura. Diane también toma la delantera pasando sus dedos por las bragas de su amante para ayudarla a quitarlas. Emma luego pone su entrepierna en la vulva de la joven tímida y luego hace pequeños movimientos de su pelvis.
-Como estas ? Pregunta la joven rubia de pelo corto.
-Es nuevo… Pero tan delicioso responde Diane con un gemido.
Emma, con los ojos brillantes de envidia, se inclina suavemente hasta que sus pechos se rozan. Un suave color rojo se apodera de las mejillas de Diane que mira hacia abajo.
-No te avergüences, aprovecha este dulce momento, susurra Emma, levantando el rostro de Diane deslizando un dedo bajo su barbilla.
La joven morena siente su corazón a punto de estallar. Su amante se inclina lentamente antes de que sus cálidos alientos de deseo se mezclen. El momento es exquisito, Diane siente sus sensibles pezones rozando los de Emma, quien se inclina suavemente pegando su entrepierna a la de él. La linda rubia comienza a moverse de un lado a otro antes de tomar las muñecas de Diane y levantar sus brazos por encima de ella. En esta postura la joven morena se siente totalmente a merced de su amante, lo que íntimamente la hace temblar aún más. Emma se inclina sobre ella. Sus labios calientes se besan, sus lenguas bailan juntas en sus bocas. Diane luego siente que su amante se levanta, no tiene tiempo de preguntarse qué está pasando cuando un vellón rubio se estrella contra su boca.
No pasa mucho tiempo antes de que la joven morena comience a honrar esta fruta femenina. Aunque era la primera vez para ella, Diane hizo lo mejor que pudo, copiando sus lametones con el movimiento de sus dedos cuando se daba placer a sí misma. Al escuchar los gemidos de Emma, la joven morena comprende que está perfectamente en su papel. La de un amante deseoso, luego, para su mayor placer, Diane sintió un cálido aliento contra su vellón. Los dos amantes comienzan entonces un dulce "69".
Los dos nuevos amantes obtienen placer. Lamiendo, deslizando sus dedos en la intimidad del otro. Entonces empieza a hacer pequeños de ida y vuelta sensuales. Sus botoncitos son forrajeados con envidia, mordisqueados y luego rodeados por una lengua ávida de erotismo y sensaciones. Luego, Diane es tomada con un dulce orgasmo regando a Emma de su jugo de amor. La joven rubia no desperdicia ni una gota bebiendo de la fuente. Entonces la joven rubia la sigue en su disfrute. Dejando que esta miel caliente fluya por la garganta de Diane.
Emma luego viene a acostarse junto a Diane antes de intercambiar un beso. Mezclando jugo de amor y saliva.
-Como estas ? Emma luego respira, hundiendo su mirada en la de Diane.
-¿Feliz y usted? Responde la joven morena, recuperando el aliento.
¡Completado!
Entonces Diane siente que el rubor le sube a las mejillas. Su amiga, o más bien su amante, deja escapar una risita.
- Eres Graciosa. Pasas de travieso a tímido en poco tiempo.
- Lo siento...
No tiene tiempo de terminar su oración cuando Emma salta sobre ella y la envuelve en sus brazos, besándola. Luego, Diane siente las manos de su amiga acariciando sus nalgas mientras sus vellones se pegan de nuevo.
- ¿Listo para empezar de nuevo? pregunta Emma.
Su amiga no responde… o mejor dicho de la mejor manera… besándola. Diane y Emma hacen el amor con ternura hasta que sus cuerpos piden descanso. Sumergiendo sus ojos el uno en el otro, dejaron que sus cuerpos descansaran. Una vez hecho esto, se duchan juntos, sin poder evitar acariciarse. Una vez vestidos ambos salen, Diane va a su casa a cambiarse de ropa y sale vestida con un vestidito azul cielo. Emma lo besa en los labios antes de admirarlo. El vestido deja las piernas de Diane al descubierto mientras que su pecho está cubierto para lucir decente.
La joven rubia opta por un outfit más deportivo con leggins y sujetador, cubriéndolo todo con una campera vaquera. Luego juntos de la mano salen a la calle sus pasos luego los conducen a la tiendita de Diane. Una vez frente a la ventana, Emma besa sigilosamente en los labios a su amiga para no avergonzarla. Luego susúrrale al oído.
- Estaré en casa esta noche. No dudes en pasar me hará feliz... y luego puede haber una sorpresa...
A seguir.