hola esta es tu lycra loca
Hola mi nombre es Éléonore y soy enfermera, les voy a contar una historia que no me pasó pero, me hubiera gustado...
Como todos los sábados, cuando podía, estaba en el agua dando vueltas por la mañana. Al principio de cada fin de semana paso un mínimo de tres horas en la piscina, lo que acabó por darme un cuerpo con unas formas envidiables, sobre todo porque mido un metro setenta y ocho y tengo el pelo largo. En general hago varias series de veinte o veinticinco largos, me doy un breve descanso junto a la piscina, luego vuelvo a empezar.
Esa mañana, no sé por qué me llamó la atención una chica alta, hermosa, probablemente de mi tamaño, de mi edad. Ella nadaba cuando yo nadaba, se detenía cuando yo lo hacía y nuestras miradas se cruzaban regularmente. Tenía algo felino en sus ojos y tal vez incluso en la forma en que se movía. Finalmente ella comenzó a nadar al mismo tiempo que yo y estábamos haciendo nuestros largos al mismo tiempo, incluso logramos nadar en dos carriles uno al lado del otro.
Fue ella quien inició la conversación presentándose.
- Hola me presento, soy Maryline tengo veinticinco años, ya son varias las veces que te veo nadar y me consta que eres inagotable.
Estamos en el norte y ella tenía acento de cortar con cuchillo, pero yo no tenía nada que envidiarle porque soy de origen belga y mi acento también es muy pronunciado. Por lo general, me doy un descanso de cinco minutos por media hora de natación, allí, mi nuevo amigo estaba interrumpiendo mi horario.
Era la primera vez que tenía la oportunidad de hablar en esta piscina y me dio mucho gusto conocer a Maryline.
Tenía una mirada azul, que se limitaba a desnudarme, al escucharla hablar no cabía duda, no había estudiado mucho.
Después de cinco minutos de exceder mi tiempo de descanso, volví a nadar y ella me acompañó pero no aguantó la distancia, me soltó después de unos quince minutos y me esperó en la cornisa hasta que terminé.
Après mes longueurs je l’ai retrouvée sur le bord et nous avons repris notre conversation elle était très chaleureuse et tactile, cela me faisait tout drôle de sentir ses cuisses effleurer les miennes dans l’eau. Le bleu de ses yeux me perturbait, il me troublait mais en même temps il avait une petite tendance à m’enivrer. Maryline n’était pas particulièrement belle, mais elle avait énormément de charme. Nous étions face à face et avions un bras dans le caillebotis, elle n’arrêtait pas de me questionner, elle voulait savoir plein de choses sur moi. J’étais flattée qu’une femme s’intéresse à ce point sur ce que je suis.
Esta vez no me di un descanso adicional de cinco minutos, así que me fui como estaba planeado. Volví a nadar mi media hora mientras Marilyne desaparecía, me decidí y me dije que no la volvería a ver hoy y quién sabe tal vez nunca. En mi siguiente descanso ella reapareció a mis espaldas y se quedó pegada a mí. Sentí su pecho contra mi espalda y sus muslos contra los míos, yo que estaba un poco pegada, estaba completamente perturbada. Yo lo estaba aún más, cuando ella tomó la iniciativa de mover suavemente mi cabello, para ver mejor mi rostro como me decía. Una vez liberada esta mano, la colocó en mis caderas lo que me hizo saltar, realmente no tenía molestias. Por mi parte, estaba perdiendo todos mis medios,
Para mi gran vergüenza descubrí que la punta de mis senos se erguían, me avergoncé aún más cuando Maryline me hizo ver.
- Pareces muy receptiva Éléonore.
De hecho, era innegable que estaba receptivo a esta mano indiscreta, perdí completamente la cara cuando ella vino a besarme en el cuello. Era imperativo que volviera a nadar, porque encima tenía miedo de que nos sorprendieran. Mientras nadaba pude ver que ella había vuelto a desaparecer, en el fondo de mí hubiera sido mejor que se hubiera ido de la piscina. Al mismo tiempo me preguntaba qué me había pasado para dejarme hacer por esta mujer y sus manos errantes. A decir verdad, siempre he estado soltera porque dedico mi tiempo a mi trabajo, me invierto enormemente, ya sabes, ser enfermera es un verdadero sacerdocio.
Me da vergüenza admitirlo pero nunca he visto al lobo excepto los de mis pacientes, a veces me divierto un poco de vez en cuando pero eso es todo. De hecho me estoy dando cuenta mientras nado, que no estoy nada inclinado hacia el sexo. Hay momentos en los que siento que el salvavidas está tratando de abordarme, pero la manera es un poco grosera y torpe. Ya casi termino mi larga serie y no me atrevo a parar por miedo a que Maryline me caiga encima. Al mismo tiempo me estoy diciendo que no me comió y que se acerca la media hora, me voy a tomar mi descanso de cinco minutos. Que suerte, no la vi, me voy a agarrar al borde de la piscina para respirar un poco. Cuál es mi sorpresa al verla venir hacia mí mientras nada bajo el agua,
À ma grande honte sans qu’elle ait le temps de me toucher, j’ai senti la pointe de mes seins s’ériger immédiatement, dans la seconde qui suivait, sa main était à nouveau en train de me caresser le corps. Marilyne était en train de prendre confiance et elle visitait maintenant l’intégralité de mon corps, même mon entrejambe. J’ai eu le droit de nouveau à des baisers dans le cou mais contrairement à tout à l’heure j’y étais très réceptive, j’avais même l’impression d’en vouloir toujours plus. J’avais même l’occasion de sentir sa joue contre la mienne je ne trouvais rien à y redire. Marilyne était en train de me domestiquer, de m’apprivoiser, de prendre possession de moi; je me laissais faire. J’ai poussé un petit cri quand sa main a insisté sur mon clito avec juste mon maillot de bain comme séparation. Heureusement, il me restait encore une série de longueurs à faire et je l’ai quittée pour nager encore une demi-heure.
Marilyn obsesionaba mis pensamientos, tanto que no nadaba en línea recta, de nuevo había desaparecido pero sabía que cuando me detuviera, reaparecería para pegarse a mí. Pensé en los dos socorristas que no me dejaron indiferente, temí que me vieran siendo besada con ternura por mi nuevo amigo. Al final de mi última serie, fui a descansar un poco al borde de la piscina, antes de tomar la dirección de las duchas. Por supuesto que Marilyn llegó igual de pegajosa, igual de cariñosa e indiscreta en estos gestos; pero tenía más y más de un efecto en mí. Ahora ella tomó la iniciativa de venir y pellizcar mis pezones, fue doloroso, pero al mismo tiempo me encantó.
Ah, si mis compañeros del hospital vieran que me tratan así, se sorprenderían porque soy responsable de las enfermeras en el piso. Nuevamente tuve derecho a besos en el cuello, pero sobre todo Marilyne vino a susurrarme al oído que me deseaba. Después de unos buenos diez minutos, tomé la iniciativa de salir de la piscina en dirección a las duchas, por supuesto ella hizo lo mismo. Al saberme segui por el camino que me separaba de la ducha, sentia mi bajo vientre completamente al revés, tenia la sensacion de mojarme. Saboreé el agua caliente que fluía sobre mí por un rato, Maryline no me dejó mucho tiempo antes de venir a acariciarme; afortunadamente no hubo nadie que nos sorprendiera. Obviamente, mi ama no tenía miedo de ser sorprendida,
Esa vez no pude contener mis gritos, Marilyne era muy eficiente en sus caricias, se había apoderado de mi clítoris. Me tranquilicé un poco porque su cabello largo y ondulado ocultaba mi rostro. Los dos estábamos en la ducha y ella estaba a punto de hacer que me corriera en poco tiempo. Sentí el frescor de las tejas a mis espaldas, pero la mano de Marilyne haciéndome cosquillas en mi dulce me hizo olvidar este frío, con la otra mano me pellizcaba los pezones. Me emocionó aún más cuando vino a decirme al oído que amaba mi lado sumiso y ofrecido. No sé el tiempo que estuvimos en la ducha, pero me pareció una eternidad, entonces Maryline me tomó de la mano para llevarme al baño. ya no me reconocía,
Me hizo sentar en el trono, luego se deshizo de la parte inferior de su traje de baño, levantó su pierna derecha para ponerla en el rollo de papel higiénico. Por primera vez en mi vida, estaba viendo el coño de una mujer de cerca fuera de mi trabajo. Me agarró la cabeza para hundirla contra su vello púbico, diciéndome que tendría que aprender a hacerle bien. A decir verdad al principio Maryline olía a cloro al igual que el sabor, luego de que me ordenara poner mi lengua en su vagina, ahí descubrí que ella era una gran productora de jugo de amor. No sé si es curiosidad o mi avanzado grado de sumisión, pero empecé a tratar de hacerle bien. Sus gestos eran suaves pero firmes, no me quedaba más remedio, tenía que darle un lenguaje efectivo.
Ella también debe haber estado muy emocionada porque muy rápidamente comenzó a disfrutar bajo mis lametones. Empezó a insultarme, también me informó que me iba a convertir en su putita, su perra ofrecida, buena sólo para darle placer. Mientras ella sostenía mi cabeza con firmeza, ahora tomé la iniciativa de acariciar sus nalgas, me hacía mucha gracia acariciar a una mujer, sobre todo porque nunca había acariciado a un hombre. Ella había disfrutado pero tuve la impresión de que quería más. Comenzó de nuevo a pellizcar mis pezones, fue como un interruptor para mi placer. Me gustó mucho ofrecerme a ella, pero sobre todo me gustó el trato que me dio. Fue ella quien sintió que ya era hora de ir a las cabañas a cambiarse. No me dejó opción, nos fuimos a cambiar en la misma cabaña. Para mi sorpresa, me encontré admirando el cuerpo de esta mujer desnuda.
Donde me sentí avergonzado fue que ella fuera la responsable de deshacerse de mi bikini. Eso sí, quitando el trasero, no pudo evitar acariciar mi vellón lo que me hizo mucho bien. Me quedé un poco en shock cuando recuperó sus calzones de lycra, me los dio para oler y te puedo asegurar que olía a mujer, olía a mujer abandonada. Al principio estaba un poco asqueado, incluso asqueado, pero al final no era tan desagradable de oler, tenía sobre todo una virtud afrodisíaca en mí. Cuál fue mi sorpresa cuando me robó las bragas para darme las suyas para ponerme. En cuanto a la higiene había mejor, pero de nuevo me emocionó el gesto, sobre todo porque fue ella quien me obligó a ponérmelo y no se priva de ir a fastidiarme con la golosina.
Una vez que ambos estuvimos vestidos y nuestras cosas guardadas, en la cabaña ella comenzó a besarme de una manera codiciosa, por no decir codiciosa, pero me hizo dar vueltas totalmente la cabeza. Jamás hubiera pensado que un hombre pudiera tener tal efecto en mí, ahí estaba una mujer que me cuidaba. Incluso si había un lado rudo en Marilyne, sabía cómo ser amable y tierna. Solo con ese beso me hizo sucumbir sabiendo que sus manos volvían a ser las encargadas de calentarme y excitar todas mis zonas erógenas. Mi cuerpo se sentía como si le perteneciera, sus manos iban donde querían, incluso entre mis piernas, había llegado al punto en que quería sus manos en mi vellón. Ella es la que se encargó de alisar mi peinado antes de salir de la cabaña.
Salimos de la piscina como grandes amigos, hasta tuve derecho a una gran mano en el culo delante de todos. Eso es todo para que todos lo vean, había cambiado de rumbo.
Originalmente había escrito esta historia para un lector que me la había encargado. Así que le escribí y le envié un mensaje personal, luego esta persona desapareció por completo del sitio. Por eso hoy me permito publicar esta historia de la que tenía planeados varios capítulos.
Todavía espero que te guste.