Su vientre se ondula cada vez más a medida que vuelvo a su sexo. Llegada a la mitad de los muslos, quiere abrir un poco más las piernas, pero se lo impido, no quiero ir directamente a su sexo, primero quiero que nuestros cuerpos se conozcan. Me coloco entre sus piernas, evito su sexo, del que siempre emana un fuerte olor a jugo de amor, desviándolo y subiendo lentamente a su boca. Cuando nuestros labios se unen, estoy acostado sobre ella, pecho contra pecho, pubis contra pubis, muslos contra muslos. La beso apasionadamente, es nuestro primer beso de verdaderos amantes, no puedo contenerme más, nuestras lenguas se acarician, se unen, se aman. Sube su pubis para frotar el mío con más violencia, sus manos se presionan contra mis nalgas para aumentar la presión de mi cuerpo sobre el suyo.
–MMMMMMMMMMMMMMMMMM
Disfruta con los ojos aún cerrados. Me incorporo un poco para mirar este hermoso rostro iluminado por la felicidad. Abre los ojos, me sonríe, me pone una mano en la cabeza para llevarme suavemente a su boca. Es un beso de amor. Una vez que se ha calmado, me enderezo y me levanto del sofá. La tomo de la mano, la obligo a levantarse y caminar hacia lo que creo que es su habitación, ella se deja llevar. Una vez en la habitación me encuentro frente a una enorme cama redonda. Abro la cama, la acuesto en el medio sobre la sábana estirada, le abro las piernas, paso sus brazos a lo largo de su cuerpo y me corro a cuatro patas encima de ella.
-No se mueve.
Dejo un beso furtivo en sus labios para ir y aterrizar en sus pechos. Chupo, mordisqueo, chupo, lamo. Su vientre comienza a ondular de nuevo. Mi boca deja sus pechos para ser reemplazada por mis dedos pellizcando ligeramente sus pezones.
-Más alto por favor.
Aumento la presión mientras muevo mi boca sobre su cuerpo para aterrizar en su pubis. Paso por alto el clítoris para ir directamente a la vulva.
–AAAAAAHHHHHH
Me encuentro con una fuente de semen. Su vulva fluye libremente, me deleito con este néctar lamiéndolo, chupándolo, chupándolo. Mi lengua se desliza entre sus labios y entra en una cueva cálida y en movimiento. Su pelvis ahora da vueltas en el aire, siento que la tensión en su cuerpo aumenta lentamente, pero no quiero acelerar las cosas, tiene que llegar lentamente al orgasmo. Desciendo sobre su perineo, de vuelta en medio de sus labios, hasta tocar su clítoris. Ella se sacude violentamente, pero evito tocarla.
– Lea!!!!
No lo escucho, no quiero escucharlo, permanezco impasible. La siento a punto de explotar, pero quiero que sea el orgasmo más hermoso que haya tenido, quiero sentirla explotar bajo mis caricias. Mis manos acarician sus senos, mis labios chupan sus labios íntimos, ella se tensaba cada vez más. Cuando siento que el orgasmo es inevitable, pongo sus piernas sobre mis hombros y me sumerjo en su clítoris para chuparlo, lamerlo, mordisquearlo. Es la explosión, su cuerpo se estira como un arco, sus piernas abrazan mi cuello, sus manos me aplanan sobre su pene. Ella hace un sonido sordo.
–MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM.
Estoy abrumado por su jugo de amor, lo disfruto. Excito su clítoris mientras la siento disfrutar. Cuando su cuerpo se relaja, sus piernas me liberan, toma mi cabeza y me hace subir a lo largo de su cuerpo. Presiona mis labios contra los suyos en un beso largo y apasionado. Sus manos recorren mi espalda y acarician mis nalgas, se deslizan entre nuestros cuerpos para correrse sobre mi montículo púbico. Me hace cambiar a su lado, se sienta sobre sus codos y pone sus labios en mi pubis. Me atraviesa un largo escalofrío.
– A mí ahora, pero no me culpes si no hago que te corras como esperas, es la primera vez, no sé cómo voy a reaccionar.
-Mi cuerpo te pertenece, adelante, no tardarás, la felicidad de darte tu primer orgasmo sáfico me puso al borde del orgasmo, discúlpame.
-No te preocupes.
Se inclina sobre mis pechos para chuparlos, mordisquearlos, lamerlos. Mi cuerpo reacciona de inmediato, lleva tanto tiempo esperando esto, ser amado por la mujer que ama. Ella besa cada parte de mi cuerpo que ve, empiezo a ondular mi vientre, me licuo. Baja por mis piernas para subir después de haberlas abierto de par en par. Siento que quiere saborearme enseguida, quiere saber a qué sabe mi sexo, conoce el sabor del suyo después de nuestro beso. Ella mira mi sexo abierto.
–Qué bonito el pene de mujer hinchado de deseo, te lo voy a comer.
Su boca sube besando el interior de mis muslos, un golpe a la derecha, un golpe a la izquierda. Termina llegando al perineo. Soy una fuente de jugo de amor, ella me lame el perineo para recuperarlo.
– Hum, es bueno, y este olor.
Su lengua sube entre mis labios, es demasiado, doy un tirón violento hacia adelante pero, como yo, logra esquivarme.
– Cada uno a su vez.
Su boca vuelve a mis muslos y vuelve al perineo, estoy al borde del orgasmo, mi cuerpo se estira como un arco. Su boca sube lentamente por mi vulva para caer sobre mi clítoris que ella succiona violentamente.
–AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH
Aullo de alegría, afortunadamente no hay vecinos inmediatos, exploto en unos fantásticos fuegos artificiales que ella mantiene chupando mi botoncito. El orgasmo dura, dura, estoy completamente fuera de mi cuerpo, ya no sé qué hago, dónde estoy, quién soy, solo soy un sexo que disfruta, que flota por encima de la estratosfera. Finalmente me relajo, Charlotte se desliza hacia atrás sobre mi cuerpo, su cuerpo empapado en sudor se desliza sobre mi cuerpo empapado en sudor. Su pecho se estrella contra el mío, siento que mi cuerpo reacciona cuando su boca se apoya en la mía para un largo y lánguido beso. Después de unos minutos de silencio total, Charlotte se desliza sobre la cama, su cuerpo pegado al mío.
-Nunca había disfrutado así, es el orgasmo más fantástico que he sentido en mi vida sexual.
-A mí también, a pesar de tu inexperiencia, me hiciste disfrutar como nunca, debo decir que llevaba tanto tiempo esperando esto.
-Es la primera vez que pongo mis labios en el sexo de una mujer, debo decir que me encanta tu olor, la suavidad de tu vulva, la flexibilidad de tus labios, la calidez de tu sexo, el sabor de tu elixir de amor, yo De repente me doy cuenta de que me siento bien en esta relación.
–¿Alguna vez te has chupado el dedo cuando te masturbabas?
“Nunca, nunca quise, ahora me arrepiento, pero prefiero la tuya, sobre todo porque es abundante.
– Yo también prefiero la tuya que es igual de abundante.
Nuestras bocas se unen de nuevo. Nuestras manos exploran el cuerpo del otro. Su mano izquierda aterrizó en mi monte de Venus, deslizándose un poco más abajo, su dedo medio alcanzó mi clítoris. Comienza un baile de amor encima de él, lo que tiene el efecto de hacer que mi estómago se ondule.
-Tu amas ?
-Continuado.
Su dedo continúa su movimiento circular, ocasionalmente lubricará el piso de abajo. Mi cuerpo se tensa cada vez más, ella lo siente y acelera el movimiento. De repente, se levanta para hundir la boca entre mis muslos. Sus labios chupan mi clítoris, no puedo más, exploto en un nuevo orgasmo. Cuando vuelvo en sí, se endereza y me mira con una tierna sonrisa.
Eres maravillosamente hermosa cuando te corres.
“Puedo devolver el cumplido.
–Sabes, me está empezando a gustar mucho lo que acabamos de hacer, me gusta esta ternura y esta atención mutua que surge de nuestra relación. Me gusta acariciar tu cuerpo, me gusta beber de tu fuente de vida, me empiezan a gustar las relaciones sáficas.
– También me gusta lo que acabamos de hacer, pero yo, simplemente te amo.
“Lo sé, y no puedo decirte más ahora.
-Lo sé, pero es más fuerte que yo, te amo.
–Vamos, creo que es hora de sentarse a comer.
Pasamos al comedor, al llegar, no me había fijado que la mesa ya estaba puesta.
"¿Pusiste la mesa con anticipación?"
– Para nada, es Olga la que se acaba de poner, ella también nos preparó la comida, ven a tomar un aperitivo, Olga nos va a servir.
"¿Pero quién es Olga?"
–Olga es la persona que más me conoce, me cuida desde que tenía tres días.
-Tres días ?
–Sí, mi madre murió cuando yo nací, Olga fue contratada por mi padre para cuidarme, ella tenía dieciocho años, desde entonces nunca me ha dejado, nunca ha querido que la llame mamá, pero la considero mi madre. Ella es de origen ruso, por eso hablo ruso con fluidez.
"¿Ella no se casó?"
– No, pero creo que ella tuvo una relación con mi padre hace unos quince años, no duró mucho. Ella nunca me habló de eso. Ella solo vive para mí, soy su hija aunque no quiera admitirlo.
-Y tu padre ?
–Lleva ocho años en Estados Unidos por su trabajo, se fue justo después de que yo cumpliera los dieciocho, se volvió a casar allí y nunca volvió a Francia.
"¿Olga ha estado aquí desde que llegué?"
–Sí, ella ya estaba allí cuando llegaste.
"¿Ella vio lo que hicimos?"
“En la sala de estar, ciertamente, eso es incluso seguro.
Estoy un poco desconcertado, saber que un extraño de nuestra pareja nos vio haciendo el amor me molesta un poco, definitivamente todo va muy rápido con Charlotte.
"¿Ella nos va a servir?"
–Sí, pero te fijaste que hay tres cubiertos.
– Pero estamos desnudos.
–Sí, te dije que nunca me dejó, eso quiere decir que me acompaña cuando voy a Ciudad del Cabo. Ella me conoce al dedillo, como yo la conozco al dedillo, está acostumbrada a ver gente desnuda, además le gusta estar desnuda como a mí. Fue ella quien inició nuestras estancias en Ciudad del Cabo.
Nos sentamos en el sofá, nos esperan vasos y botellas. Una mujer sonriente de unos cuarenta años aparece con cubitos de hielo. Es bastante guapa, rubia, alta, de hermosas curvas, vestida con una falda plisada a medio muslo y un corpiño. No puedo decir si ella está usando un sostén.
–Léa, te presento a Olga, Olga, mi amiga Léa a la que verás cada vez más, creo.
-Hola señorita.
– Puedes llamarme Léa, e incluso usar los términos familiares.
“Estoy de acuerdo, considérala mi amante.
– Ok Charlotte, mientras tanto, ¿qué vas a tomar Léa?
–Veo que hay lo que hace falta, un gin tonic por favor.
–Ola, si me dirijo a ti, te diriges a mí.
-DE ACUERDO.
– Y tú Charlotte, un whisky como siempre.
-Sí.
Olga nos sirve, cuando termina, se sienta y se sirve un whisky. Sentada, su falda voló y pude ver hermosas nalgas desnudas y bien bronceadas.
…/…