Soy Julio, 25 años. Viajo mucho y, por lo tanto, no tengo novio ni hijos. Me divierto y sigo disfrutando de mi joven vida. Todos los meses tengo cita con mi esteticista, Francine, para una depilación completa. Tengo que estar soberbia para mis salidas nocturnas...
Como cada primer miércoles de mes, tengo una cita en casa de Francine a las 10 de la mañana. Salgo de casa a eso de las 9:30 am, me gusta llegar temprano, me permite charlar con otras personas ya que durante el día no puedo hablar con nadie, aparte de mi conejo, que no es muy hablador. ..
Ese día llego al instituto y hablo con la secretaria
— Hola, tengo una cita a las 10 am con Francine
- Julio, ¿es así?
- Exacto
— Francine está enferma, pero Camille, ¿puede llevarte algo nuevo aquí si no te importa, de lo contrario tendrías que volver mañana por la noche?
-No, no hay problema para Camille.
- Siéntate en la habitación 2, sucederá.
-Gracias
Me dirijo a la habitación que me indica la secretaria. Llego a casa y Camille ya estaba allí, debía tener 28 años como mucho. Era alta, de cabello oscuro, con hermosos ojos azules. A través de su blusa blanca se podía ver que estaba en ropa interior. Pecho bastante generoso. Y ahí me imagino a Camille desnuda, es la primera vez que me pasa..
- Hola Julie, reemplazo a Francine, ¿no te importa? me dijo con una pequeña sonrisa
- Absolutamente no !
- ¿La depilación integral es eso?
- Exacto
- Aprobé un diplomado de masajes, ¿quieres que haga uno antes?
Acepté directamente, teniendo sus lindas manos tocando mi cuerpo, no me puedo negar. Me puse ropa interior, tenía una bonita tanga roja y un sostén a juego. Me siento en la mesa, boca abajo. Y me desabrocha el sostén. Luego comienza un masaje perfecto, sus manos son tan suaves. Me baja hasta las nalgas, se detiene y me sube por la espalda. Después de 20 minutos de intenso masaje, me pide que me quite la ropa interior para empezar a depilarme. Mientras me desnudo. La cera está en lo más alto del estante, se pone de puntillas y extiende los brazos, se le sube la blusa y veo su tanga anticuada.
- Bonita cuerda, tengo exactamente la misma. Yo dije.
Toda avergonzada, se da la vuelta y me da un "ups, lo siento". Toma su cera y me la extiende. Ella estaba tan... tan bien en su blusa. Viene a hacerme el jersey, luego me pone la cera y le digo:
-' Oh, hace frío
"Lo siento", respondió ella.
Cuanto más me tocaba para esparcir la cera, más me mojaba. Se dio cuenta, creo, puedo ver sus pezones endurecerse a través de su blusa. Me acerco al tema diciéndole
— Perdona si tu mano me da tal efecto pero no estoy acostumbrado a que una chica me toque con tanta delicadeza
- A mí también parece gustarme, ¿has visto mis pezones?
Rápidamente termina mi depilación.
- ¿No quieres quitarte la blusa? Me diste tanto placer que no puedo parar ahí.
“Oh, con mucho gusto.
Luego se quita la blusa y la ropa interior. Yo todavía desnudo en esta mesa, le hice señas para que se uniera a mí. Tenía un coñito peludo. Empecé a acariciarla ella me dijo ''sigue'' agarré su botón mágico y le di pequeños círculos cada vez más rápido. Le meto dos dedos, le gusta, disfruta. Ella se levanta, se encuentra de pie frente a mí
- ¡Déjame hacer!
Se pone de pie a mis pies y me hace un cunnilingus como nunca nadie me lo ha hecho. Metió la lengua y una ola de felicidad me inundó. "Sigue adelante, no te detengas" ¡Lo estaba haciendo tan bien! Me siento y la beso con ternura. Me levanto, nos encontramos uno frente al otro, me bajo y lamo su mechón de cabello. Ella acaricia mi cabello. Un verdadero momento de placer. Tenemos que parar ahí, le espera otra cita....