Estaba terminando de empacar mi bolso cuando sonó el timbre. Es Julie, mi mejor amiga, decidimos irnos de campamento un fin de semana, los dos solos, para descansar y cambiar de opinión. Lo abro y le doy un beso.
- Entonces, ¿todo está listo? ella me pregunta
- Si, está bien. Cierro mi bolso y me uno a ti en el auto.
Con estas palabras, ella va en dirección a su auto y yo sigo sus pasos. Ella se sienta frente al volante mientras yo pongo mi bolso en el maletero y me uno a ella al frente. Aquí vamos.
El viaje no es largo. Después de solo una hora de viaje, Julie detiene el auto en el estacionamiento de un pequeño campamento, al borde de un bosque. Pasamos a recepción y el dueño nos indica un lugar para poner nuestra tienda, un poco apartado, al abrigo de los árboles. Vamos allí y montamos nuestra pequeña tienda de campaña para 2 personas. Dado que nuestros sacos de dormir son un poco cálidos para la temporada, decidimos llevar una manta para los dos.
Cuando terminamos de instalar todo esto, son solo las 4 de la tarde, así que le sugiero a Julie que vaya a nadar en el arroyo que había notado en mi camino. Ella acepta encantada, así que nos cambiamos por turnos en la tienda y luego nos dirigimos a pie hacia el río.
Jugamos en este arroyo y tomamos el sol en la orilla durante más de 2 horas. La encuentro muy bonita en su traje de baño que no esconde mucho y hasta me sorprendo mirándole los pechos varias veces, pero nunca me han atraído las mujeres.
De vuelta en el campamento, ya es hora de comer. Preparamos una ensalada grande con muchas cosas: atún, huevos, aceitunas... Después de la comida, nos quedamos un rato más fuera, discutiendo de todo y de nada, y luego nos acostamos. Me pongo a un lado, contra el borde, y Julie se acuesta detrás de mí.
En un momento, siento que algo me presiona las nalgas. Me pongo la mano en la espalda y siento una especie de bulto debajo de la funda, lo siento un poco y luego me doy la vuelta para ver qué es. En el momento en que veo lo que estaba tocando, me pongo todo rojo. De hecho, estoy masajeando la vulva de mi amiga a través de su shorty. Me estremezco pero, contra todo pronóstico, ella me detiene.
- Puedes continuar, es agradable, dijo ella.
Estoy asombrado por este comentario. Como si alguien más hubiera tomado el control de mi cuerpo, cumplo con su pedido y continúo. Masajeo sensualmente su vulva mientras ella cierra los ojos. Impulsado por la emoción, decido poner mi mano en su shorty, su coño está perfectamente afeitado y ya húmedo. Continúo mi masaje pasando un dedo entre sus labios y luego pellizcando su clítoris y girándolo entre mis dedos. Ella comienza a gemir de felicidad.
Antes de pasar al siguiente paso, le quito el shorty y el top. Masajeo un poco sus senos y lamo sus pezones y luego bajo a su sexo. Esta vez, como su coño está empapado, puse dos dedos directamente dentro de su vagina. Voy de un lado a otro lentamente y luego más y más rápido. El poder de sus gemidos aumenta junto con la velocidad de mi penetración. Después de un rato de este tratamiento, siento que se va, así que agrego un tercer dedo y acelero aún más el movimiento. No tarda en llegar al orgasmo en un estertor de placer.
- Oh sí, Océane… Sí, continúa… Sí… Aaahhhhhhh
Después de relajarse y recuperar el sentido, me agradece.
- Vaya, eso fue genial. Para agradecerte, debo devolverte el favor.
- Está bien, si quieres.
Todavía bajo el efecto de la excitación, acepto su propuesta sin dudarlo y me desnudo frente a ella sin vergüenza alguna.
Comienza masajeando sensualmente mis senos, luego lame mis pezones. Ella los chupa, los chupa, los mordisquea. Me relajo y cierro los ojos para disfrutar al máximo de sus divinas caricias. Rápidamente, desciende al nivel de mi pubis. Se da la vuelta con la lengua y continúa su camino hasta la mitad de mi muslo para finalmente subirse a mi sexo. Ella pasa su lengua entre mis labios, en mi clítoris, en cada rincón de mi vulva.
Après son exploration, elle décide de me pénétrer. Elle présente sa langue devant mon vagin et la darde afin de forcer l’entrée de mon antre. Elle l’enfonce jusqu’à ce que ses lèvres soient collées aux miennes, puis commence à la faire bouger dans tous les sens. L’excitation monte rapidement et je sens mon corps se cambrer sous l’effet du plaisir.
Después de este gran cunnilingus, me desliza dos dedos que encajan sin problema. Va adelante y atrás, cambiando el ángulo y la velocidad constantemente. Me mojo aún más y mis gemidos se intensifican. Ella continúa poniendo un tercer dedo y luego un cuarto. En su camino, baja su otra mano a mi trasero y desliza un dedo en mi ano. Lo saludo con un pequeño grito de sorpresa y un gemido de placer. Mientras ella mima mi coño y mi culo, yo froto alegremente mis pechos.
Cuando siente que voy a disfrutar, se retira y me deja respirar. Al borde del orgasmo, le ruego que continúe. Me deja en este estado durante unos segundos antes de volver al asalto con aún más entusiasmo. Me mete tres dedos profundamente en la vagina y dos dedos en el ano. Ella va y viene rápida y aleatoriamente en todos mis agujeros. No tardo mucho más en estallar en un concierto de gemidos y gritos de placer, para luego caer pesadamente sobre el colchón inflable.
Después de estas travesuras agitadas, nos quedamos dormidos acostados en una cuchara, pegados el uno al otro.
A la mañana siguiente, saliendo de la tienda, notamos que con nuestra parte loca de la pierna en el aire, hemos movido la tienda a pesar de las sardinas plantadas en el suelo.
Nos sonreímos el uno al otro y prometimos hacerlo de nuevo tan a menudo como sea posible.